EL COLECCIONISTA DE RELOJES EXTRAORDINARIOS

Jonathan y su familia visitan un museo de relojes, propiedad de un misterioso y carismático Marqués. Cuando entran en la Sala de los Relojes Extraordinarios, a pesar de las advertencias, su joven y atontada madrastra toca uno de ellos y su alma queda atrapada en su interior. Jonathan solo tendrá doce horas para que el reloj no devore el alma de la desdichada. Para ello necesita encontrar el fabuloso reloj Deveraux, el único que puede salvarla. Este se encuentra en algún lugar de la Ciudad Oculta, al otro lado del río, la otra cara de la Ciudad Antigua. Allí conocerá a los Inmortales, unos seres sorprendentes, que custodian el Tiempo. El joven desvelará sus misterios y aprenderá sus normas para poder conservar su vida. Al final lo consigue pero, a cambio, ha de sacrificar su amor por Emma, una inmortal. Tras una terrible pelea entre uno de esos peculiares seres y el Marqués, que persigue el reloj para sus siniestros propósitos, la madrastra de Jonathan puede salvar su alma. Al final, los Hadley regresan a Estados Unidos y el chico se da cuenta de que le han dejado el medallón-puerta para que vuelva cuando quiera a la Ciudad Oculta.